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Prótesis

Paciente que acude a consulta por dolor de años de evolución en su rodilla derecha. Presenta limitación a la movilidad en dicha rodilla y dolor. Dicho dolor es incapacitante para su vida diaria. Después de acudir a consulta y diagnosticarle de una gonartrosis (artrosis de la rodilla derecha) y evidenciándose que no es posible controlar el dolor con analgésicos ni con fisioterapia se le propone la posibilidad de implantarle una prótesis de rodilla, procedimiento que el paciente acepta, planteando las siguientes cuestiones:

Perfil

Paciente 70 años con dolor en rodilla años de evolución.

Duración del tratamiento

6 semanas
Protesis Imagen Doctor Saldaña
Es un implante que se coloca en la rodilla lesionada para recuperar la movilidad y disminuir el dolor de la articulación afectada.

Dicho de esta manera parece sencillo de entender, pero no lo es tanto. 

  • En primer lugar, ¿qué es la rodilla?

Es una articulación

  • ¿Y qué es una articulación?

Es una estructura especial del cuerpo humana formada por la unión entre 2 ò más huesos.

  • ¿Qué huesos?

En la rodilla serían fémur, tibia y rótula.

  • ¿ Y en la articulación, sólo hay huesos?

No, estos huesos están tapizados en su parte articular por una fina capa llamado cartílago que amortigua las fuerzas que actúan sobre el hueso. 

La unión de los huesos o articulación está recubierta por una cápsula tapizada en su interior por un tejido liso llamado membrana sinovial. La membrana sinovial produce un lubricante -líquido sinovial- que reduce el roce y el desgaste de la articulación. Los ligamentos conectan un hueso al otro y estabilizan la articulación. 

A los huesos también se unen músculos y tendones que además de aumentar su estabilidad producen la fuerza necesaria para movilizarla.

Es una decisión muy importante y hay que valorarlo de manera personalizada, saber y entender cuál va a ser el proceso, la finalidad del mismo y cuándo es el mejor momento para llevarlo a cabo.
Después de entender lo que es una intervención en la que se coloca la prótesis, asegurarnos de que la indicación es correcta, se explica cómo va a ser todo el proceso, las recomendaciones que tendrá que seguir el paciente antes y después de la intervención, se firman los consentimientos informados, se solicitan analítica, electrocardiograma y radiografía de tórax para la consulta con el anestesista y se programa la intervención con una fecha específica.
En función de la hora de la operación, ingresará el día previo (si se opera a primera hora de la mañana) o el mismo día, pero siempre guardando el ayuno de 8 horas antes de la intervención.

La operación – de manera habitual- dura alrededor de 1 hora, pero el tiempo que el paciente está en la zona quirúrgica es de 2-3 horas, incluyendo preparación, tiempo anestésico, cirugía y recuperación.

Cuando vuelve el paciente a la habitación y ya está operado, ese primer día el objetivo es no tener dolor, descansar y prepararse para la recuperación.

El 1 día después de la intervención, se autoriza al paciente a sentarse y caminar con 2 muletas o con andador.

El 2 día alta al domicilio si el paciente camina con muletas y no tiene dolor.

Esta parte del proceso es casi tan importante como la cirugía. Cuando el paciente se va de alta, se vuelve a insistir en las  recomendaciones y ejercicios que tiene que realizar y ya se solicita el inicio de la fisioterapia desde el principio.
Las que sean necesarias, aunque el protocolo habitual es a las 4 semanas, 4 meses y al año durante el primer año.

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