Lesión de Ligamentos Cruzados (LCA)

Las lesiones de los ligamentos cruzados, especialmente el ligamento cruzado anterior (LCA), son comunes en deportes de alto impacto y movimientos bruscos.

Estas lesiones pueden causar inestabilidad en la rodilla, hinchazón y dolor significativo.

Tratamientos:

  1. Reposo y hielo: Inmediatamente después de la lesión, el reposo y la aplicación de hielo pueden ayudar a reducir la inflamación y el dolor.
  2. Terapia física: Programas de ejercicios para fortalecer los músculos que rodean la rodilla, mejorar la estabilidad articular y recuperar la función.
  3. Inmovilización y uso de ortesis: En algunos casos, se puede utilizar una rodillera para inmovilizar la rodilla y evitar más daño.
  4. Medicamentos antiinflamatorios: Para reducir la inflamación y aliviar el dolor.
  5. Inyecciones intraarticulares: Incluyen corticoides o ácido hialurónico para reducir la inflamación y mejorar la lubricación de la articulación.
  6. Cirugía de reconstrucción del LCA: En casos de ruptura completa o cuando hay inestabilidad severa, la cirugía es necesaria para reconstruir el ligamento dañado y restaurar la estabilidad de la rodilla.
  7. Rehabilitación postoperatoria: Un programa personalizado para restaurar la movilidad, la fuerza y la función de la rodilla después de la cirugía.

Una vez que tenemos un diagnóstico de la lesión, tipo y posibles lesiones asociadas se propone la intervención quirúrgica. En mi práctica clínica empezamos a hacer fisioterapia desde el principio para disminuir la inflamación y el dolor y ganar movilidad. Cuando se consigue un rango articular completo se programa la intervención.

Consiste en reemplazar el ligamento roto por otro que puede obtenerse del propio paciente o de un donante. Es una intervención que se realiza por artroscopia (introducir una cámara específica para tener visión directa de la articulación y de la lesión).

Como mínimo, para la competición, son 6-9 meses.